Entorno

La historia de Bullas ha dejado importantes huellas, monumentos que se han mantenido hasta nuestros días. La Plaza Vieja, principal centro cívico de antaño, la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, del siglo XVIII y declarada Monumento Nacional. La Torre del Reloj, que data de 1900, levantada para marcar las horas de riego de la huerta cercana. También encontramos numerosas casas señoriales de finales del XIX y principios del XX donde se mezclan los diferentes estilos: modernismo, hispano-musulmán… y todas ellas nos dan muestra del hacer de las gentes esta localidad. Entre todas ellas destacan, por ser de uso público, la Casa de la Cultura, situada en la Plaza de España, y la Casa de Don Blas Rafael Marsilla, en la que se ha habilitado museo.

Desde sus orígenes el municipio ha estado vinculado a la tradición vitivinícola, prueba de ello son las importantes muestras arqueológicas que nos han llegado, como las halladas en el yacimiento de la villa romana de Los Cantos, como es el caso del famoso «Niño de las Uvas». También encontramos gran cantidad de bodegas tradicionales ubicadas en las casas del casco antiguo, muchas de ellas rehabilitadas para ser visitadas por las personas interesadas.  La apertura del Museo del Vino y la puesta en marcha de la Ruta del Vino han puesto en valor todo este legado.

La visita a Bullas se completa con su entorno y parajes naturales, pequeños oasis en la Región de Murcia. Montes como El Castellar y un bien preciado como el Río Mula, que alberga parajes como el Pasico Ucenda y el Salto del Usero que hacen las delicias de los bañistas durante la época estival. Bullas ofrece la posibilidad de recorrer todos estos parajes a través de varios senderos de pequeño recorrido así como la Vía Verde del Noroeste, antiguo trazado de la línea de ferrocarril acondicionado para el excursionista que permite atravesar la comarca conociendo todo el esplendor de su medio natural.

En los últimos tiempos, Bullas está adquiriendo gran fama por su mercadillo tradicional «El Zacatín», que todos los primeros domingos de mes se desarrolla en la Plaza Vieja. En él, un gran número de artesanos muestran su saber hacer. Cada edición está dedicada a una actividad concreta, destacando el de febrero, que recrea un mercado medieval y el de octubre, dedicado al vino.

Numerosas fiestas que salpican el calendario local. Destacan las Patronales, celebradas el primer fin de semana de octubre en honor a Nuestra Señora del Rosario, que tienen un magnífico anticipo con la Fiesta del Vino el último de septiembre, donde se rinde homenaje a la tradición vinícola de Bullas. La Semana Santa se convierte también en una celebración de gran tradición y participación popular. El día de San Marcos, a finales de abril, es otro de los grandes momentos festivos, cuando numerosas carrozas de huertanos desfilan por las calles de la localidad.  A estas celebraciones hemos de unir las que tienen lugar en la pedanía La Copa, donde perviven antiquísimas tradiciones en las fiestas de la Purísima en diciembre y San Antón en enero. En honor de la Virgen de la Consolación se celebran las Fiestas Patronales el primer fin de semana de septiembre.